La Isla del Tesoro

Domingo 9 de junio

Título original: "Treasure Island" (1950)

Dirección: Byron Haskin
Intérpretes: Robert Newton, Bobby Driscoll, Basil Sydney, Walter Fitzgerald, Denis O'Dea, Finlay Currie.
Guión: Lawrence Edward Watkin, basado en el célebre libro homónimo de Robert Louis Stevenson.
Fotografía: Freddie Young
Música: Clifton Parker
Producción: Perce Pearce
País: Reino Unido
Duración: 1:32 min.

"Si las historias de bucaneros y oro enterrado contadas a la antigua gustan a los jóvenes de hoy como me gustaron a mí... Que así sea."
Robert Louis Stevenson

Entusiasmados por la idea de encontrar el tesoro enterrado por el famoso Capitán Flint, Jim Hawkins junto al Dr. Livesey y Squire Trelawney contratan al Capitán Smollet para que los lleve a una isla del Caribe que se encuentra en un mapa. Pero sin darse cuenta, gran parte de la tripulación del barco -incluyendo a Long John Silver- son piratas de la vieja tripulación de Flint y planean quedarse con todo.

Brillante adaptación de la novela de Robert Louis Stevenson encargada por Walt Disney a Byron Haskin, con el pedido de que la historia se centrase en la extraña relación de amistad entre el pequeño Hawkins y el veterano pirata Long John Silver, y logrando ser la película más influyente del subgénero de piratas.

El reparto es inmejorable, sobresaliendo Robert Newton en su magnífica composición de Long John Silver (según Orson Welles, que 22 años más tarde encarnaría el mismo rol en otra adaptación del mismo libro, el Long John Silver de Newton es lejos el mejor la historia) y el pequeño Bobby Driscoll en su papel de Jim Hawkins.

Las locaciones, coloridas y cinematográficas, hacen sentir al espectador la atmósfera del mundo de los piratas, tanto en las ruidosas tabernas como en el barco, la ciudad o la isla, transmitiendo eficazmente el espíritu de la historia de Stevenson, con piratas mucho más creíbles que todos los intentos del género en las últimas tres décadass. 

"La Isla del Tesoro" es un film que confirma la eficacia que en numerosas ocasiones alcanzó el cine de aventuras de los años cincuenta, expresado en muestras de notables e incluso rotundos resultados de la mano de artesanos que sabían extraer el mejor partido de unos valiosos materiales de base y eficaces equipos técnicos.
Ese aliento aventurero es el que viviremos de forma sincera y directa, dentro de una narración donde no se ausenta un sentimiento ensoñador, combinado con ese tono sombrío y fatalista característico de las mejores muestras del cine de aventuras en este periodo –su magnífica fotografía y dirección artística oscila en este sentido de una paleta cromática amable, al uso de nocturnos y predominio de sombras.

Estupenda y llena de frescura, esta estimulante película sobrevivido al paso del tiempo, y el paso de los años debería ubicarla entre el conjunto de propuestas valiosas e inteligentes que el cine de aventuras legó en su prolífica producción durante la década de los cincuenta, que tuvo una poco conocida continuación cuatro años después (en "Aventuras de John Silver"), de la mano del mismo realizador y protagonista.


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